TATIANA ASTENGO es una de las actrices más populares y talentosas de la escena peruana y también es de Balconcillo. Quien imaginaría que aquella larguirucha adolescente que recorría Los Corales en patines y adoraba los anticuchos de la señora que se apostaba en el Parque de la PIP,  a quien nuestras calles han visto jugar, estudiar y crecer, es hoy la actriz peruana con más obras cinematográficas en su haber: 18 películas. Tatiana tampoco aprueba la construcción de un viaducto que crearía una herida en el vecindario, arrasando las pocas áreas verdes con las que contamos, generando más inseguridad, tráfico de vehículos pesados y más accidentes , polución y merma en la calidad de vida de los vecinos. Así lo hace saber desde su perfil de Facebook y estamos muy agradecidos por ello.

Tatiana nos regala todas las semanas el cáustico humor de la muy querida «Reina Pachas» y  a lo largo de su versátil carrera ha encarnado a decenas de personajes. Ha sido la nana «Ofelia» de Luz María y «Body» en Milagros, ambas telenovelas de América Producciones, vistas en las televisiones más representativas de América Latina y  Europa. Fue «Pechuga» en Pantaleón y las Visitadoras, «Valeria» en Tinta Roja y «Angélica» en Ojos que no ven,  todas películas de nuestro cineasta más emblemático Francisco Lombardi. Como una medium, dio cuerpo y voz a la crueldad de la «Camarada Carmen» en Paloma de papel (Fabrizio Aguilar, 2003) y a la ingenua dulzura de «Oliva», la soñadora empleada de copiosas trenzas que quiere ser estrella de telenovela, en la comedia El destino no tiene favoritos (Álvaro Velarde, 2003). Por este personaje, Tatiana recibió dos premios, uno en el I Festival Internacional de Cine de Comedia de Móstoles (España) y en el VII Festival de Cine de Lima.

El cine y la televisión de España también se han nutrido de su talento. Series de alto rating y popularidad como La que se avecina, Los misterios de Laura, El Comisario y Hospital General, han sido nuevos mundos para sus personajes; como «Amaranta», la vulnerable esposa de un narcotraficante a punto de parir o para «Manolita», la excéntrica novia del presidente de la comunidad de vecinos más famosa y disparatada de la península ibérica.

Mención aparte merece su «Luisa» de El patio de mi cárcel (Belén Macías, 2008). En medio de un ramillete de las mejores y más experimentadas actrices españolas como Verónica Echegui, Ana Wagener, Candela Peña y Blanca Portillo (las dos últimas, de presencia recurrente en las cintas de Pedro Almodóvar)  y al lado de la enorme actriz mexicana Patricia Reyes Spíndola, fundamental en la filmografía de Arturo Ripstein, nuestra Tatiana compone desde la voz -como en las mejores interpretaciones de Meryl Streep- a una confundida y culposa madre de familia paisa -de Medellín- acusada de «mula», que debe afrontar el temor a lo desconocido en una tierra que le es ajena y soportar con una contención que traspasa el corazón, el forzado alejamiento de sus hijos pequeños

Tatiana nos sigue enorgulleciendo con sus nuevos personajes ya sea en Contracorriente (Javier Fuentes, 2009), El Elefante desaparecido (Javier Fuentes, 2014) o Magallanes (Salvador del Solar, 2015) y sobre todo, por su solidaridad con el barrio que la vio nacer.

¡GRACIAS TATY!

Los dejamos con una pequeña muestra de su larga trayectoria.